Rápido y ambicioso



Tiene 17 años y se confiesa fanático del Flaco Traverso, tanto que bautizó Lila a su perra –cuando él tenía apenas 3 años–, en honor al color del auto que manejaba el mítico piloto de TC 2000. Amadís Farina representa a San Lorenzo en la fórmula Renault 1.6, que este año será la más rápida del país a partir de la implementación de cambios en el reglamento de la categoría.

El joven piloto de carreras tiene hoy 17 años, se levanta temprano todos los días para repartir su tiempo entre el entrenamiento físico, las prácticas, el trabajo en el negocio familiar y la escuela técnica a la que asiste en turno noche. Mientras se escuchan voces que reniegan de esta generación, que la ven perdida, este pibe encuentra el rumbo pegado a un auto que ruge y dobla a más de 200 kilómetros por hora en circuitos de todo el país, y va cumpliendo metas y sueños para llegar alguna vez a la Fórmula 2 y, por qué no, al honor de conducir un Fórmula Uno.

Como muchos, de chico Amadís quiso ser futbolista y se esforzó por convertirse en uno hasta que a los 10 años conoció las pistas de karting y empezó como un juego lo que se convertiría en una vocación. “Iba todo el tiempo a las pistas y mi papá veía mi entusiasmo, tanto que me prometió comprarme un karting si rompía el récord de la pista”, cuenta sonriente el piloto sanlorencino, con cara franca y abierta. Casi está de más aclarar que el padre tuvo que cumplir su promesa y así continuó incrementándose este amor por la velocidad y el deporte.

Amadís Farina es un adolescente como muchos en la ciudad, tiene los anhelos y temores, pero vive muchas cosas con una claridad e intensidad poco habitual: tiene la ambición y el orgullo de un campeón nato, de un deportista llamado a cansar las rodillas de tanto subir al podio, y combina esto con la sencillez, humildad y emoción de los verdaderamente grandes.

“Estamos en la categoría nacional, con la fórmula más importante previa al TC 2000, formando parte de un equipo que salió campeón el año pasado en el TC, el Honda Racing, campeón 2008 y 2009 de marcas y de equipos”, se vanagloria con toda razón. Es que entre otros logros, Víctor Rosso, director de este “team”, fue uno de los impulsores del proyecto “Pechito” López, el piloto que acaricia hoy la posibilidad de subirse a un auto de la máxima categoría a nivel mundial.

Como los talentosos en cualquier ámbito, Amadís pone toda su dedicación a este deporte, entrena varias veces por semana y se informa sobre aspectos relacionados con las carreras permanentemente. En fin, come, trabaja, estudia, vive, con el foco puesto en las competencias, tanto en su categoría como en las demás.

Ser piloto no es un pasatiempo, requiere de mucho entrenamiento y gran resistencia física, ya que los conductores profesionales están sujetos a un desgaste muy fuerte. El calor de la cabina puede superar los cincuenta grados, a los que hay que sumar el efecto sofocante de la ropa inífuga –con medias, pantalón, remera y capucha– más el buzo antiflama; además de soportar media hora de tensión permanente y el esfuerzo considerable que realizan los miembros superiores y el cuello durante curvas a 200 km por hora. Como si esto fuera poco, los cinturones de seguridad sujetan a los corredores tan fuertemente que se hace difícil respirar con normalidad. “Si no estás preparado físicamente no podés pensar arriba de un auto y si no podés pensar te convertís en candidato a un accidente grave”, subraya el piloto al referirse a la importancia de un acondicionamiento adecuado.

Muchos ignoran el alto costo que implica para los pilotos acceder a un vehículo, al equipo, el entrenamiento y hasta a cada pista. En el caso de Amadís Farina estas erogaciones parecen una apuesta segura, pero habrá que dar tiempo al tiempo y esperar que las cosas sigan el curso marcado.

El joven piloto se proyecta más allá del 2010: “A lo que apunto es a estar corriendo, en 2011, en la Fórmula 3 Sudamericana, para después poder llegar después a Europa.” Sin embargo sabe que eso sólo será posible si tiene éxito en cada paso. “En la pista todos son rivales, aún los compañeros de equipo a los que uno intenta pasarlos sin perjudicarlos”, dice el joven haciendo referencia a la alta competitividad de la categoría. A su vez resalta que “debajo de la pista hay buen ambiente y nos llevamos bien, todos tenemos edades parecidas y eso ayuda”.

En 2009 había comenzado en la fórmula Renault Plus, categoría que abandonó a mitad de año, luego de no haber podido culminar tres de las seis carreras disputadas por diversos problemas con el vehículo. “Si bien el auto era rápido, no era confiable”, concluye al evaluar el período.

A partir de mitad de año, “corrimos 5 de 12 carreras en la Fórmula Renault 1.6, que acompaña al TC 2000, y aprendimos bastante. El objetivo para el 2010 es pelear el podio en alguna carrera y finalizar entre los 10 en el campeonato”, cuenta.
Como conclusión, el talentoso conductor comenta emocionado: “San Lorenzo le ha dado a mi familia todo y me siento muy a gusto con mi ciudad. Me identifico como el piloto de San Lorenzo y llevo esa insignia con orgullo. Me gusta representar esta ciudad, que no es una más… la gente tiene que saber esto.”

“En la pista todos son rivales…”
“Me identifico como el piloto de San Lorenzo y llevo esa insignia con orgullo.”

1 comentarios:

florencia poggio

Te deseo lo mejor Amadisiño.
Tenés mucho talento, aprovechalo y no pierdas el tiempo...
Tenés la oportunidad de cumplir uno de tus sueños!

Publicar un comentario

Return top